El 22 de noviembre se celebra Santa Cecilia, el día de la música, una de las disciplinas artísticas más atractivas para los niños por su estimulación inmediata de los sentidos.
¿Conoces las claves para apoyar a los pequeños compositores de la casa? ¡Te las contamos a continuación!
Potencia su ingenio y creatividad de forma divertida
La palabra «música» viene del griego; significa «el arte de las musas». Esta enseñanza trae muchas ventajas a los niños, entre ellas, el desarrollo artístico y creativo. Aprender música es un proceso exigente, y si descubrimos que nuestro hijo tiene aptitudes musicales lo mejor que podemos hacer es integrarlo como una diversión y no como una obligación.

En este sentido, los juguetes musicales son una buena forma de iniciarse en el universo musical: los niños los perciben como un entretenimiento y no como un estudio.
Estimula el desarrollo sensorial desde pequeños
El sonido tienen un efecto inmediato en los niños: no hay más que ver lo contento que se pone un bebé al darle un sonajero. Los instrumentos a pequeña escala ayudan en la evolución de sus sentidos, tan importante durante las primeras etapas de su vida.
La edad recomendada para empezar a tocar un instrumento ronda los 7 u 8 años, aunque este estudio no tiene límites y se puede iniciar más adelante. Sin embargo, será más fácil aprender si los instrumentos le son familiares; la percusión, por ejemplo, es ideal para un primer acercamiento: pequeños xilófonos, bongos, panderetas, castañuelas…
Otras familias instrumentales son el viento madera (flautas, saxofones), el viento metal (trompetas, trombones), la cuerda frotada (violines, violonchelos), la cuerda pulsada (guitarras y bajos) o la cuerda percutida (el piano).
Ayuda en la concentración y la relajación al crecer
De la misma forma en que lo hacen las demás enseñanzas artísticas, la música ayuda a los pequeños a concentrarse, un ejercicio muy útil en el desarrollo de la paciencia de cara al futuro.
Además de mejorar la concentración y la paciencia – lo que ayuda en la gestión del tiempo posterior – la música fomenta el compañerismo y la colectividad: la mayor parte de los instrumentos se tocan en agrupaciones musicales como bandas, orquestas…
En definitiva, la música es una de las disciplinas artísticas más divertidas y estimulantes para los niños, que pronto querrán convertirse en pequeños compositores. Así que ya sabes: no dudes en que para ellos aprender ha de ser, sobre todo, una experiencia positiva.